sábado, 1 de mayo de 2010

Gritos desiguales aguantan la urbana superficie, los colores se aflojan formando la unidad que da forma a los reductos. El ser se queda adormecido en el cómico trajín entre las ciento cincuenta horas de fabrica por día y pintar el marco de la puerta del patio antes de que se oxide. El rumor de la próxima elección se hace del ritmo concéntrico, una radio AM dibujas hosquedades estacionada al lado de unas olvidadas bolitas de naftalina y el ajeado jabón blanco para la ropa. Un muchacho de oficio sueña mientras levanta el serrucho y lo hace cantar desgarros y lisos espamentos, una alacena vacía. Todo pasa al mismo tiempo bajo la misma niebla, sufre el croto con los pantalones cagados de vino en caja y pan rancio, y corea estupideces la excitada hija del famoso fiscal. Todo bajo la misma niebla. Información que conecta a los flacos con el resultado esperado de un inhibidor de grasas, y gordas desgraciadas leen los “secretos para estar hermosa” en una revista de moda que cuesta mas que la cena de una familia de cartoneros.Mientras leestodo confluye en esta sopala alegría contagiosa de los niñosuna verdad procesada por la mas vieja de las paredesviviendas que rezongan vapor de guiso y bienvenidasel prolijo esfuerzo de los padresla ilusión del césped, un perro...en cada imagen un paso hacia el destiempose mueve como un médano de cascotesnos junta, nos separa. feliz dia del trabajador

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