…La calma inunda; el silencio arrecia. Los hablantes callan ante el momento impronunciable de los instantes mudos.Las Almas se conmueven ante el callado murmullo de los que no responden… Cuando el destino promete marcharse, no nos queda más que el silencio para acompañar el presente sin voz.Unas pocas voces intentan el milagro del sonido blanco. Algunos incluso han llegado a emitir color… Pero el gentío acumulado no responde a los secretos llamados en las penumbras del olvido. ¡No somos infalibles!, parecen vibrar en sentido mudo… ¿Por qué se van?, indican ausentes, en tonos incoloros y faltos de sabor…En mitad de todo el silencio, mudo e impenetrable; un Alma incógnita exprime los sentidos en búsqueda de lo imposible… “Sólo se pueden escuchar sus teclas en la oscuridad”… ¡Pero eso ya es un milagro dentro de otro!, parecen decir los árboles… únicos testigos (mudos), de mis divagues sin sentido. a los lectores tácitos... Los que están en silencio… y los que no pueden ver el cielo… porque ya no es celeste, y no tienen más témpera azul y blanca.
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