jueves, 5 de marzo de 2009


No siempre puedo ofrecer contento en mis manos, rosas floreciendo.A veces me entrego a la ira para que intente consumirme.No siempre digo lo que pienso,cuando me pierdo por calles grises.Me trago verdades filosas que me desangran por dentro.Y puedo escribir sonetos sin la rima y la métrica exigidas.Es que veo el tropezón y la caída y quiero una palabra que destruya al mundo para comerme los pedazos.
la concha de tu madre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opiniones