domingo, 15 de marzo de 2009


No sé si el ser humano es incapaz de aceptar la realidad, lo que sí parece es incapaz de llegar a ella. Entre nosotros y la realidad se interponen capas invisibles de representación mental, la propia representación de la realidad. Puede prefiramos la visión adulterada de las cosas, que nos apuntemos con entusiasmo a toda la tecnología que provoque distancia entre la realidad y nosotros, a contemplar las miserias de la realidad a través de la pantalla y a desviar la mirada de las que tienen lugar a nuestro alrededor.so remember before i forget.Así por ejemplo solemos mostrar más entusiasmo y concentración en una conversación telefónica que en una presencial. Las representaciones virtuales e ideales tienen la ventaja de ser más manejables, de que llevan añadido un plus de sentido del que la realidad, tal cual parece carecer. Pero hay instantes mágicos en las que los muros que nos separan de la realidad parecen desvanecerse, y con nuestra mirada penetramos en ella, nos integramos en ella, como si viéramos el mundo por primera vez, oloroso y moribundo.

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