viernes, 27 de marzo de 2009


El exilado y la exilada
El exilado le teme a los muertos
a la injusticia, al odio supremo de la injusticia.
El exilado se ve a sí mismo y
a veces no se reconoce como tal,
y la exilada, callada le cuesta decir,
soy exilada, pensé en el sonido de
aquel nombre tal vez sin entenderlo
porque aún no entiendo que es exilio.
Pero no puedo callar, ni dejar de hacer.
Los exiliados tal vez sean nombres borrados de los
expedientes secretos de los que viven
cotidianamente sin insomnio.
llevo tres años de insomnio, los mismos
años del
exilio.

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