Desde la escena hasta el sensor fotosensible.Quédate quieta. Hileras de piojos bajo los pies.Nubes tristes en los davis Y la calle que se disuelve contigo.Congelado el ahogo,Comprimida el ansia,Expuesto lo confuso más allá del iris Y reflejada en el ojo la tormenta.Me ves sin parpadear: Piercing, pulseras,Zapatillas viejas, colmillos afilados, empuñando Un congelador de momentos en una mano,Fumando con la otra.Y le sonríes al despojo de la resaca con boca de serrín.Dos de la tarde. Y hago clic. Domingo. Luce el sol Bajo, entre y sobre pájaros de marzo Y tiembla el asfalto en el horizonte.Así: quieto, serio. Clic, clic…A trescientos mil kilómetros por segundo y entonses dame tu cuello.
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